Si un presostato no funciona correctamente, la instalación podría sufrir fallos o daños, dependiendo de la aplicación. En los sistemas de bombeo, podría producirse una sobrecarga de presión o un bloqueo del sistema. En los circuitos oleohidráulicos o neumáticos, una falla del presostato puede comprometer la seguridad, impidiendo la intervención en caso de una presión excesiva o insuficiente.